sábado, 8 de noviembre de 2014

INTERNACIONAL: MASACRE EN GUERRERO

El 27 de septiembre en Iguala (Guerrero, México), en un corte de ruta en Ayotzinapa, 43 estudiantes normalistas fueron desaparecidos tras ser interceptados por la policía y un grupo de sicarios de los narcos locales (Guerreros Unidos). La búsqueda de los estudiantes desato aún mas el escandalo: se empezaron a encontrar cuerpos de otros desaparecidos.

En un llamado inmediato a salir a la calle podía leerse: «Si la ejecución de los compañeros normalistas fue llevada a cabo por supuestos comandos del narcotráfico o no, nos parece irrelevante, ya que esto no es más que una estrategia del Estado para desligarse de esta operación planeada y ejecutada desde sus distintos órganos políticos y policíacos. Esto revela, por si aún quedan ingenuos, el claro nexo entre esta burguesía ilegal (narcotráfico) y el aparato de dominación de capital: el Estado.» (1) Desde aquí podemos afirmar que las realidades no son tan distintas, tal como por esta región cuando atacan las patotas sindicales y politiqueras, deslindándose al Estado de su responsabilidad. No faltará mucho para tener nuestros sicarios locales atacando la protesta proletaria.

Desde otra parte del mundo se pronunciaban otros compañeros (2): «Los medios de desinformación españoles apenas han tratado la noticia y los que lo han hecho han lanzando el mensaje de que todo fue “cosa de narcos”, pero la realidad es bien distinta.» Nuevamente hay “coincidencias”, esta vez en cuanto a los medios masivos de (in)comunicación, sea acá o en España.

El panfleto continúa: «El asesinato de los compañeros no ha sido un asunto aislado, forma parte de la represión que el Estado Mexicano viene ejerciendo sistemáticamente contra todos los que se alzan contra el capitalismo, ya sea mediante la policía estatal o mediante fuerzas paramilitares. Este suceso ha desatado una reacción que ha sacado a miles de personas a la calle en todo México, mientras la lucha en el estado de Guerrero se agudiza. Desde aquí llamamos a solidarizarnos de la forma que sea posible con los compañeros, ya que la lucha que llevan a cabo es nuestra lucha, la lucha contra un mismo enemigo, el mismo en México, en España, en Turquía, en Brasil o en cualquier parte del planeta. Un mismo enemigo que nos roba la vida y no duda en reprimir duramente si se da la necesidad, como en el caso de Ayotzinapa, los 14 muertos en Turquía a manos de la policía esta misma semana, la represión brutal en Brasil a manos de otro partido izquierdista, el Partido de los Trabajadores de Lula y Dilma, o las leyes que
están imponiendo en España ante lo que se ve venir. No es hora de victimismos ni llantos, debemos comenzar a organizarnos seriamente ante la represión que viene, que sin duda se agudizará en todas partes, al igual que la lucha. La lucha en esas zonas es nuestra lucha, y sus muertos los nuestros. En todas partes el enemigo es el mismo: el sistema capitalista».

En medio de organización, movilizaciones y reclamos, el miércoles 22 de octubre un grupo de manifestantes rabiosos quemaron el ayuntamiento de Iguala. Al término de la marcha, en Galerías Tamarindos fueron saqueados y destrozados comercios propiedad del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa. Abarca cuenta con 31 casas y departamentos, además de 9 empresas y 13 joyerías sólo en Guerrero. Es dueño de la Universidad Benemérito de las Américas y en el DF cuenta con 10 propiedades más entre su vasta fortuna. Tras ser acusado como responsable de la masacre, se encontró prófugo hasta que el día 23 de octubre fue apresado e imputado por haber ordenado el ataque contra los normalistas y por sus presuntos vínculos con el cartel Guerreros Unidos, que dirigen hermanos de su esposa.

En el artículo ¿Hacia dónde dirigimos nuestra mirada cuando buscamos justicia? de Regeneración Radio (México) donde se explica la continuidad histórica del exterminio en Guerrero, expresan: «Las atrocidades de estos hechos no han destapado nada nuevo, nos recordó abruptamente la realidad en la que estamos sumergidos: asesinatos, fosas clandestinas, desollados, desapariciones; sin embargo, los hechos también dan pie a la memoria y al análisis, en este caso posibilitan un ejercicio para crear continuidades en la política asesina del Estado, particularmente en Guerrero, así como aportar elementos que nos permitan entender las reconfiguraciones del crimen organizado y su impacto en el movimiento social. Parecieran dos temas separados, sin embargo, el crimen organizado no está apartado de la clase política, es fundamental para la reproducción del andamiaje que se encuentra detrás del caos y violencia actual». Y finalizan el artículo: «Buscar justicia con ellos, los de arriba, es permitir que en un futuro estemos luchando a raíz de nuevas masacres e injusticia. Es permitir que
el de arriba se ría de nosotros, que los medios manipulen los hechos para poner en el pódium a sus héroes dejándonos con nuestro dolor. Y bajo estas líneas es fundamental que nos preguntemos: ¿hacia dónde dirigimos nuestra mirada cuando buscamos justicia?». El viernes 7 de noviembre por la tarde el Estado oficialmente reconocio que fueron ejecutados. Tres miembros de Guerreros Unidos confesaron el crimen pero aún los restos de los estudiantes no se hallaron.

El estado mexicano se quiere despegar del hecho, es obvio.

Organizándose, encontrándose en la lucha, confrontando al Estado y al Capital continúan muchos proletarios en la región mexicana; pese a los sicarios, a las fuerzas estatales, y al coro de reformistas represores que quieren que todo siga igual.

Notas:
1 Ni los muertos estarán a salvo… Pronunciamiento ante la masacre del 27 de septiembre en Iguala, Guerrero. Origen desconocido. Puede buscarse más información y pronunciamientos militantes sobre los acontecimientos en los sitios web mexicanos: www.antagonismo.net y www.proyectoferrer.wordpress.com

2 Solidaridad con los compañeros de México. Revista Racaille, octubre de 2014, Asturias, España. www.revistaracaille.wordpress.com

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